lunes, 31 de octubre de 2011

Cusalidades aforísticas

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaeaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaoaaaa
aaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaauaaaaaaaaaa
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1- El significado superpuesto al carácter predeterminado que se aísla del resto del conjunto que conforma su universo. Gracias por nada, pajuo.
2- Te vas cuando te digo lo que estaba en la punta de la lengua en el momento en el que abrías la puerta. Te vas para dejarme esperando que regreses, como aquella noche en la que llamamos al repartidor y tú quisiste salir a caminar. Me quedé solo con aquel paquete, luego de que habíamos sido ambos los que planificamos aquella entrega.
3- Recibir, al parecer, es el acto previo a los rituales mediante los cuales se conjunta un apartado aislado con el elemento lejano al que se le desea adherir. Aparear, aparear, aparear, aparear, aparear, aparear, aparear, aparear, etc. La repetición sin causa trae consigo la pérdida de significado.
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Los diccionarios son bonitos porque tienen reglas.
A mí me gustan las reglas porque lo dejan todo acomodadito.
Mi mami me enseñó a dejar la cama hecha todas las mañanas.
Me gusta mi cama; es chiquita y tiene un cobertor de Los Picapiedra.
El yabadabadú no sale en el diccionario, pero igual me gustan los diccionarios, no porque no salga el yabadabadú, sino porque son bonitos y tienen reglas, como la regla que me enseñó mi mami de hacer mi cama, con su cobertor de Los Picapiedra, todas las mañanas y, así, dejarlo todo acomodadito.
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Si-lo-gis-mo
Su-rrea-lis-mo
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Los lectores que se pasean por los bosques de la narrativa tienden a la búsqueda. Los autores que se adentran en los bosques de la narrativa tienden a la pérdida. Me pregunto si en esa correlación de fuerzas (una que se pierde y otra que busca) germina el verdadero significado de la experiencia estética en el terreno de las letras.
Me pregunto, también, lo que ocurriría si invirtiésemos los términos, si el autor buscase y el lector se perdiese. He ahí la transformación lógica de una supuesta experiencia estética que sólo tiene cabida en el terreno puramente académico.

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