jueves, 9 de junio de 2011

Buen lejos

Qué extraña me pareces de aquel lado. Que hermosa me pareces de aquel lado, qué apetecible. Un buen lejos, como dicen, del que añoro todo lo que nunca tuve pero que sin embargo recreo en mis falsas memorias de lo que creo que fue y nunca ha sido. Quizás caigo víctima de la nostalgia furibunda que me llega cuando quiero regresar, cuando busco un refugio que me resguarde de esta nueva costa a la que he venido a parar. Te dibujo en la lejanía y los trazos se hacen más sutiles.
Y sé lo que en realidad eres, te conozco, pero no puedo evitar soñarte. Es una maldición, el sueño humano, un escape a la realidad y un refugio en la mentira que ayuda a tolerar lo que sí existe. Tú no existes o, más bien, existes sólo en cuanto existen mis ganas de verte como aquello que no eres. Existes pasada por el quirófano de mi memoria, esculpida a mi gusto y amoldada a mis necesidades.
Me pregunto cuántas Caracas existen e intuyo que tantas como caraqueños haya fuera de su frontera.

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