jueves, 19 de febrero de 2009

Mentira, vida y cine

Hoy encontré una frase que me hizo brillar los ojos: "Los que hemos trabajado con sujetos esquizofrénicos (aún estando estabilizados) sabemos lo torturante y difícil que es vivir sólo en la verdad, sin poder usar la mentira para sostener funcionando el lazo social." Está escrita por el que supongo es un miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas, Rómulo Lander, en un texto que encontré en la página web de la sociedad en el cual el autor hace un análisis sobre la película Closer, de Mike Nichols. Esta frase me ha hecho reflexionar sobre mi vida y mi arte y, así mismo, me ha rechordado esa idea camusiana de la necesaria rebelión del hombre ante la verdad del mundo como alternativa ante el suicidio.
Veamos lo siguiente: el mundo nos sumerge en su verdad, que comprendemos por la via racional, pero esa verdad es la monotonía y el sinsentido, lo cual nos aqueja y nos devuelve una sensación de desesperanza de la cual resulta, como opción lógica, el suicidio. Es en este pundo en el que Camus puede arrojar una solución: la rebelión contra esa verdad que choca contra nuestra voluntad de vida. Esa rebelión contra la verdad no puede ser otra cosa más que una ficción personal, es decir, una mentira. Rebelarse es actuar en contra de esa realidad que constituye la verdad y que tanto nos aqueja, por eso la rebelión camusiana no puede ser otra cosa que una mentira necesaria para lograr poseer la voluntad suficiente para vivir.
Es por esto que mi vida necesita de la mentira. Yo requiero de esa ficción para continuar viviendo con la esperanza de que en algún momento todo será mejor, por más que la realidad me ha demostrado lo contrario. Por eso me he negado a sumirme en los terrenos de la narrativa cinematográfica, puesto que ella parece arrojar resultados que, a mi juicio, son muy similares a los de la vida real. Yo requiero una ficción que no tenga sentido, una construcción visual que se aleje en la mayor medida posible de las relaciones de causa y efecto; a lo sumo, yo requiero un mundo distinto en el que las palabras no signifiquen lo que normalmente significan, en el que los personajes actuen de manera incoherente o simplemente no actuen, en el que no exista una linealidad clara, en el que los acontecimientos vegan uno después de otro sin mayor explicación. Esa es mi rebelión, me rebelo contra lo tradicional porque ello me sumerje en una realidad que prefiero no aceptar puesto que de hacerlo me sería muy difícil vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eres una de las personas más excitantes que conozco. Me encanta tu forma de pensar, de ser. Creo que me estoy enamorando platónicamente de ti.